Rezos Catolicos Poderosos

Los católicos no podemos negar que Lutero era una personalidad profundamente religiosa que buscaba honesta y desinteresadamente ser fiel al mensaje del Evangelio. Su crítica a la Iglesia estaba guiada por una intención auténticamente cristiana; la Iglesia, como pretendía Lutero, debe repudiar siempre todo lo que no esté en conformidad con el Evangelio.

Rezos Catolicos Poderosos

El mérito de Lutero y su Reforma es que hemos redescubierto el núcleo del mensaje evangélico: sólo por la gracia y la fe en la acción salvífica de Cristo somos aceptados por Dios y recibimos el Espíritu de Dios que nos invita a hacer buenas obras. Ningún católico puede negar este mensaje evangélico. Pero creemos que Lutero insistió tanto en este núcleo que olvidó el resto.

Se trata de una simplificación del Evangelio que corre el riesgo de amputarlo. Porque el núcleo es sin duda el más importante, pero no lo es todo. Lutero consideró oportuno construir una nueva concepción de la Iglesia. Creó el concepto de la Iglesia invisible junto a una Iglesia visible. Creemos que esta visión de dos iglesias no corresponde adecuadamente a las Sagradas Escrituras o a la Tradición Apostólica. Es, sin duda, este nuevo concepto de Iglesia creado por Lutero el que constituye el punto de mayor dificultad entre nosotros, hermanos cristianos de diferentes denominaciones.

Rezos Cristianos Milagrosos

Los miembros de las muchas denominaciones cristianas no son culpables de esta desunión y no están privados de sentido y fuerza en el misterio de la salvación. Pero es difícil para nosotros aceptar esta opinión de que "Cristo salva, la Iglesia no salva". Es una expresión ambigua, porque presenta un cristianismo mutilado. Esto es medio cierto, porque aceptar a Cristo implica aceptar a su Iglesia. La Iglesia es, pues, el "Cristo total", su proyección y encarnación en el tiempo.

El Concilio Vaticano hace una declaración en Lumen Gentium, n. 14, que da mucha luz al respecto: "La Iglesia peregrina es necesaria para la salvación... y no podrá salvar a los que, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como es necesario, se niegan a entrar o a permanecer allí".

Por lo tanto, si estáis invitados a cambiar de religión, a cambiar de Iglesia, a leer y meditar sobre todo lo que se ha escrito, no para juzgar u ofender a nuestros hermanos y hermanas cristianos evangélicos, sino para hacer más clara la verdad y para que juntos podamos caminar hacia la unidad.